El reto es involucrar a la sociedad intergeneracional del pirineo, sensibilizarles y hacerles partícipes del proyecto colectivo: ASTILLA Y HUESO. El cual consiste en recolectar materia orgánica (astillas y huesos) y con esos residuos crear un conglomerado natural. El cual se utilizará como base del proceso de creación de las diferentes piezas escultóricas.
Abrumados por las imparables y diversas formas de destrucción de lo natural, este proyecto pretende reivindicar por un hacer desde lo local, autónomo, sencillo y en armonía con la naturaleza, volver a transformar lo que era bello, en arte. (Árbol muerto / astillas + animal muerto / huesos = arte). Una suma hermosa y singular que une lo vegetal y lo animal para hacer un nuevo ente no vivo.
El Pirineo necesita sentir identidad. Sentir que lo que nace de sus entrañas tiene poder, crea y une. Las formas estéticas tienen que ser la guinda de este pastel. Arte como motor. Arte como nexo. Arte como vehículo. Arte como identidad.