Como un dragón que duerme

Como un dragón que duerme

Como un dragón que duerme 855 473 Portal Innova

Un proyecto de novela gráfica identificada como “docu-fantasía” que combina la historia personal, los conflictos cívicos y las hipótesis místicas.

La narrativa se presenta como una autoficción con parte documental y tintes surrealistas, sobre Pamplona, la ciudad natal de la autora. Utilizando la figura metafórica del dragón asociada a un contexto medieval y una presencia imponente, se establece una relación entre el animal fantástico y la muralla que rodea el Casco Viejo de Pamplona. Así, a través de una caminata que bordea la muralla, la protagonista perdida en sus pensamientos nos lleva a reflexionar sobre temas como el regreso a la ciudad de origen, la identidad relacionada con el territorio y la activación y recuperación de los movimientos contraculturales históricos a través del relato oral.

El título de la propuesta, Como un dragón que duerme nos regala una imagen poética: Una figura mitológica poderosa, medieval e incluso terrible, descansa ahora recostada e inofensiva. Sin embargo, su presencia monumental está inherentemente unida a una situación extrema. Utilizando al dragón como una metáfora de tintes medievales e imponentes, ¿Somos conscientes de que nos rodea una construcción bélica? ¿Cómo nos afecta vivir en una ciudad amurallada? Junto a estas preguntas, el proyecto aborda las siguientes cuestiones:

1. Las Alas: La historia personal en relación con la ciudad de origen, el primer hogar del que nunca llegamos a desprendernos ¿Cuáles son las razones por las que las personas deciden vivir en otra ciudad? ¿Y cuáles son por las que deciden volver? ¿Qué hace a las personas migrantes asentarse aquí?

2. El Cuerpo: La construcción de la identidad a través del territorio, utilizando la muralla que rodea el Casco Viejo, (barrio en el que crecí y me niego a abandonar) como metáfora del carácter cerrado o “amurallado” de los habitantes de Pamplona, reservados y algo a la defensiva.

3. La Boca: El choque que tuvo lugar en la calle Calderería entre la procesión de Semana Santa y algunos integrantes de la escena punk pamplonica en el año 1988 (también llamada La batalla de Calderería), como símbolo de una ciudad polarizada cuyas tensiones se remontan a sus inicios, con las guerras entre los Burgos que la conformaban. Este encontronazo será el epicentro de una investigación sobre la escena contracultural relacionada con el punk-rock y el fanzine, que tuvo lugar en los años 80 en la ciudad de Pamplona.

Un proyecto de Andrea Ganuza.

@andrea.ganuza

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