#HISTORIAS INNOVA
Hoy he tenido la oportunidad de conversar con Joseba, fisioterapeuta de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Navarra. Con más de dos años dedicados a la neurorehabilitación, me compartió cómo encontró su vocación casi por accidente. «Nunca había considerado esta área, pero ahora siento que quiero seguir creciendo en ella», comentó con una sonrisa.
En nuestra charla, Joseba me contó sobre Jauzi, un proyecto que transformó su manera de entender su trabajo. Al principio, según él, fue un desafío. «Era como un shock», admite. Pero poco a poco, esa experiencia inicial se convirtió en un aprendizaje profundo. Jauzi no es solo la incorporación de tecnología; es hacerlo con intención, evaluando cada paso y poniendo siempre a las personas usuarias en el centro de las decisiones. «Antes, si había presupuesto para algo, lo adquiríamos y listo. Pero Jauzi nos enseñó a reflexionar: ¿qué hace realmente falta? ¿Cómo involucramos a los usuarios? Ese cambio de mentalidad ha sido clave», explicó.
Jauzi es un proyecto que busca transformar el ámbito de la rehabilitación mediante la integración de tecnologías inclusivas y accesibles. Se fundamenta en un enfoque colaborativo, donde las personas usuarias tienen un rol activo en todo el proceso, desde la identificación de necesidades hasta la evaluación de los resultados a través de tres fases: demostración, evaluación y toma de decisiones compartidas.
Precisamente, uno de los aspectos que más destaca Joseba es cómo este proyecto ha dado más protagonismo a las personas usuarias. «Ahora son parte activa de su propia terapia. No solo hacemos cosas aquí; buscamos que tengan un papel clave también en casa. Además, las personas usuarias vinculadas a Jauzi nos dan feedback, análisis y propuestas que antes no imaginábamos», comentó.
Pero no solo ha impactado en los usuarios; el proyecto también ha influido en la dinámica del equipo. Joseba describe cómo las decisiones vinculadas al proyecto ahora son más colaborativas. «Nos ha ayudado a pensar más allá de nuestras áreas individuales y a coordinarnos mejor como equipo», explica. Aunque no todo se trabaja con la metodología de Jauzi, su enfoque ha dejado huella. Y lo que le parece acertado es que este proyecto deje una marca permanente en la asociación.
A nivel personal, formar parte de Jauzi ha sido transformador para él. «Nunca había participado en algo así, y verlo crecer desde cero me hace sentir que forma parte de mí. Ahora todo lo que hago está impregnado por esta forma de pensar», reflexiona con una mezcla de orgullo y humildad.
Su entusiasmo es contagioso. Es un ejemplo claro de cómo un proyecto como Jauzi puede ir mucho más allá de lo técnico. No solo mejora el bienestar de las personas usuarias, quienes se benefician directamente, y la forma en que trabaja una institución, sino que también transforma a quienes forman parte de él.
Mia Coll Mariné,
responsable de comunicación del Programa Innova